lunes, 22 de junio de 2015

CONSEJOS PODOLOGICOS PARA EL CAMINO DE SANTIAGO

Consejos a tener en cuenta para la realización del camino de santiago. Estos consejos se deben llevar a cabo antes, durante y tras la realización del camino.

  • Antes del camino: 

Es aconsejable acudir al podólogo para que valore el estado de sus pies, si tiene alguna dolencia que puede agravarse.

Realizar largas caminatas previas con el calzado a utilizar durante el camino, para que éste se adapte al pie.

El calzado a elegir dependerá del terreno por el cual se realice el camino. Si es por terreno montañoso, unas botas de montaña serán las adecuadas. Mientras que si elegimos un terreno regular, un calzado de marcha  sera el adecuado para caminos de baja montaña.

Debemos llevar un botiquín para posibles heridas, compuesto de:

- Antiséptico (povidona yodada)
- Crema antibiótica
- Gasas estériles
- Esparadrapo
- Crema hidratante con urea
- Aguja estéril para drenar ampollas

  • Durante:

La higiene es fundamental. Lavado con jabón neutro, secando meticulosamente entre los dedos y aplicando crema hidratante con urea. 

Colocar calcetín sin costuras y que quede ajustado.

En el caso que aparezca alguna ampolla, si no molesta, no tocarla, colocar un apósito para evitar que exista mas presión en la zona. Si molesta, con la ayuda de la aguja estéril drenaremos la ampolla eliminando el liquido seroso de su interior. También podemos dejar pasado el hilo por la ampolla para que este nos sirva de drenaje por si vuelve a llenarse. Una vez vaciada se procederá a colocar antiséptico  y apósito. No eliminar la piel que cubre la ampolla, (si se elimina sera posible que se infecte) en el caso que se desprenda colocar crema antibiótica y apósito. 

  • Tras el camino: 

Realizar baños de contraste, agua templada y fría, para activar la circulación y eliminar la posible inflamación.

En el caso de tener heridas, colocar antiséptico y apósito.

Crema hidratante con urea

Descansar.

Visita al podólogo y revisar sus pies.


                                          Resultado de imagen de pies en camino de santiago

lunes, 1 de junio de 2015

Di No a los callicidas

Las lesiones de la piel de los pies más comunes son las hiperqueratosis (durezas) producida la mayoría  de los casos por un aumento de presión en la zona  de forma extensa, y los helomas (callos) producidos igualmente por un aumento de presión pero en una zona concreta y de menor tamaño en superficie pero de mayor en profundidad.





Ante este tipo de lesiones se recomienda acudir al podólogo para determinar la causa que lo produce y elegir el tratamiento adecuado para su total desaparición. 

Según la zona donde aparezcan tendrán un tipo de tratamiento u otro. Si es el caso de una hiperqueratosis o heloma en zona plantar, sera debida a una alteración biomecánica por lo que el tratamiento adecuado sera un estudio de la pisada y su correspondiente órtesis plantar personalizada.
Si aparecen helomas en el dorso de los dedos, su tratamiento sera una órtesis de silicona que evite el roce continuado en la zona.





Existe de venta en farmacias, unos apósitos queratoliticos o callicidas, que son aquellos apósitos impregnados de una sustancia queratolítica como es el ácido salicílico, que tras su aplicación producen  una quemadura en la zona. Como método de aplicación se indica la delimitación de la zona a tratar, pero el apósito, bien por el sudor o por el roce, tiende a moverse y producir quemaduras en un área superior de la zona primaria, provocando heridas de mayor tamaño y mayor daño que el inicial.





Los podólogos desaconsejamos totalmente el uso de estos apósitos queratolíticos.

Los ápositos queratolíticos  no eliminan el problema causante simplemente genera una herida que si hay suerte y cicatriza volverá aparecer la hiperqueratosis o heloma. 

En otros muchos casos, esa cicatriz se vuelve hipertrófica provocando un dolor mucho mayor al que había en un principio.

En otras muchas ocasiones, la quemadura provocada llega a tal profundidad que afecta a epidermis, dermis, tejidos mas profundos e incluso hueso, provocando ulceración con dificultad para su curación llegando amputación. 

Los podólogos desaconsejamos estos apósitos en todo tipo de pacientes pero en pacientes con diabetes, problemas circulatorios, edad avanzada... esta TOTALMENTE DESACONSEJADO. 

Antes de instaurar estos tratamientos consulte a su Podólogo.