viernes, 14 de septiembre de 2012

PSORIASIS

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva.



En España padecen psoriasis alrededor de 700.00 personas, lo que supone un 2% del total de la población. La amplia variabilidad de lesiones que aparecen con la enfermedad hace necesaria una clasificación de las mismas y así encontramos, en una clasificación muy concisa, lesiones cutáneas, lesiones de las uñas...
Por otro lado, se dice que la psoriasis es un cuadro monomorfo, ya que en la enfermedad no se presentan varios tipos de lesiones a la vez aunque, eso sí, existen muchas variantes según la morfología de las lesiones: Psoriasis en placas o psoriasis vulgar (la forma más frecuente), psoriasis en gotas, psoriasis eruptiva o psoriasis guttatta, Psoriasis eritrodérmica, psoriasis pustulosa generalizada o psoriasis de Von Zumbusch (también variante de Psoriasis pustulosa localizada.), psoriasis palmoplantar o psoriasis tipo Barber, psoriasis acral o acrodermatitis continua de Hallopeau, psoriasis lineal, psoriasis invertida o psoriasis de pliegues y, finalmente, la psoriasis del cuero cabelludo.

Psoriasis en verano

El verano es una época muy beneficiosa para los pacientes que padecen psoriasis, pues la exposición responsable al sol contribuye a mejorar notablemente el estado de las lesiones propias de esta enfermedad. No obstante, insisten en la importancia de extremar la precaución a la hora de tomar el sol y evitar cualquier riesgo de quemaduras que podrían empeorar las lesiones.

Algunas cremas utilizadas para el tratamiento de la psoriasis se inactivan con la exposición al sol, como los derivados de la vitamina D. Asimismo, algunos medicamentos tópicos pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol, por lo que el paciente no debe aplicarse tratamientos tópicos antes de exponerse al sol”.

Hidratación y ejercicio físico


 
Además de la exposición al sol, los baños en el mar contribuyen a mejorar también en la mayoría de los casos las lesiones de psoriasis, puesto que el ambiente húmedo de la costa contribuye a hidratar la piel. Con todo, no se debe olvidar que la hidratación de la piel, también en verano, es fundamental, pues la piel seca origina picor e irritación, y puede empeorar la psoriasis. Por ello es particularmente importante aplicar lociones y leches hidratantes después de tomar el sol. De esta manera, ayudaremos a reblandecer la escama y a aumentar la elasticidad de la piel.

Disfrutar de los efectos beneficiosos de los balnearios, la práctica de ejercicio físico (evitando, eso sí, la ropa  excesivamente apretada que puede ocasionar nuevas lesiones por el roce) o prescindir en lo posible del consumo de alcohol y tabaco son otras de las recomendaciones que los expertos aconsejan seguir en época veraniega.

La piel y su síndrome post-vacacional

Ya a la vuelta de las vacaciones también es necesario cuidar la piel de forma conveniente, ya que ésta se suele mostrar seca y deshidratada, sobre todo si se ha abusado del sol, los baños y el aire libre sin los cuidados adecuados. Para tratar  la piel deshidratada, se recomienda eliminar el maquillaje suavemente para evitar que la piel se vuelva aún más frágil, así como aplicar una hidratante todos los días, para mantener un nivel adecuado de hidratación  y restablecer la función barrera de la capa córnea.
 
A la vuelta de vacaciones, también se debe prestar atención a otros aspectos como la aparición de manchas en la piel o el deterioro del cabello.
 
Seguir estas sencillas pautas a la vuelta de vacaciones nos ayudará a mantener una piel saludable.

Psoriasis palmo plantar

Alrededor de una cuarta parte de las personas que padecen psoriasis tienen lesiones en manos y pies. El engrosamiento de la capa córnea produce formacion de callos y durezas. En la psoriasis palmoplantar la piel se vuelve muy gruesa, a veces se agrieta y puede enrojecer ligeramente. Estas características explican por qué la enfermedad puede confundirse con una micosis, un eczema, una infección o sífilis secundaria. Pueden ser necesarias biopsias de la piel y/ó pruebas serológicas para diferenciar entre estas enfermedades.

Esta psoriasis puede causar malestar psicológicos ya que puede tener un impacto considerable sobre la calidad de vida. Afecta la palma de la mano y la planta del pie, y presenta unas lesiones eritematoescamosas (rojas y escamosas). Las placas psoriásicas son redondas u ovales, bien delimitadas y cubiertas de escamas blancas y brillantes, que le dan a la placa un aspecto agrietado. En algunos casos la psoriasis palmoplantar incluye unas pústulas amarillentas, pequeñas y profundas, afección que se conoce con el nombre de pustulosis palmoplantar. Estas pústulas no son infecciosas y se desprenden de forma natural.

 Las lesiones solamente se presentan en la palma y planta; si aparecen placas en el dorso de la mano, la afección ya no es psoriasis palmoplantar sino otro tipo distinto de psoriasis.

Algunas sustancias, como los detergentes lavavajillas y los productos de limpieza irritan las lesiones e impiden que se curen. Debería usted evitar lavarse las manos muy a menudo, y no usar agua demasiado caliente, ya que ésta reseca la piel.

Evite el contacto con productos de limpieza, detergentes y desinfectantes, ya que éstos agravan la irritación. Lleve guantes lo suficientemente grandes y forrados de algodón para evitar la transpiración. Las grietas del pie pueden resultar muy dolorosas. Se recomienda usar calcetines gruesos y calzado abierto.

No hay motivos para que no participe usted en actividades físicas y deportivas. No obstante el agua clorada de las piscinas puede irritar y debilitar la piel, sobre todo si pasa usted demasiado tiempo en ella.  Los deportes que conllevan una gran presión sobre el pie, como el tenis, también pueden causar dolor. Debería usted enjuagar los pies en agua fría y ponerse calcetines secos después de practicar deporte.

Tratamientos
  • Hidratantes
  • Emolientes
  • Queratolíticos
  • Alquitranes y derivados de brea
  • Corticoides tópicos
  • Derivados vitamina D
  • Derivados vitamina A

 

martes, 4 de septiembre de 2012

SINDROME DEL TUNEL TARSIANO



¿QUÉ ES EL TUNEL TARSIANO?



El tunel tarsiano es un espacio ubicado en el tobillo interno. Este espacio contiene diferente estructuras como venas, arterias, tendones y nervios. Uno de estos nervios como es el Tibial Posterior es el causante de este síndrome debido a su compresión.

(En la ilustración se observa el recorrido)




¿QUÉ ES EL SINDROME DEL TUNEL TARSIANO?

Este síndrome es similar al que se produce en la mano, llamándose este tunel carpiano. El síndrome del tunel tarsiano es la compresión o el pinzamiento del nervio tibial posterior produciéndose dolor en cualquier parte del recorrido de este nervio. Este nervio recorre por el interior del maleolo interno hacia la planta del pie.


SÍNTOMAS

Los principales síntomas son: hormigueo, entumecimiento y dolor.

Generalmente los sintomas son percibidos en el interior del tobillo y/o en la planta del pie. En algunas personas los síntomas pueden ser aislados y presentarse solamente en un lugar. En otras,  se puede extender al talón, el arco, los dedos e incluso hasta la pantorrilla.

A veces los síntomas se presentan repentinamente. Con frecuencia son ocasionados o agravados por el uso abusivo del pie como manternerse de pie, largas caminatas, etc.

Es importante comenzar el tratamiento lo más pronto posible para que asi no progrese y no se produzca daño al nervio. Es importante un diagnóstico temprano y adecuado.


CAUSAS

Es causado por cualquier causa que oprima al nervio, como puede ser:
  • Pie plano, por hundimiento del arco.
  • Una lesión como esguince, puede producir inflamación de la zona.
  • Sobrepeso por hundimiento del arco.
  • Enfermedades sistémicas como diabetes o artritis que pueden producir inflamación y comprimir el nervio.

DIAGNÓSTICO

En un primer exámen se golpea suavemente la zona del nervio para intentar reproducir los síntomas. También se examina si existen bultos.




TRATAMIENTO

Existen diferentes tipos de tratamientos:
  1. Reposo: no apoyar el pie evita lesiones mayores.
  2. Hielo: para reducir el hinchazón. Colocar una bolsa de producto congelados sobre un paño y colocar en la zona unos 20 minutos.
  3. Antiinflamatorios no esteroideos. AINES. como es el ibuprofeno
  4. Inmovilización con yeso para evitar movimiento.
  5. Terapia física con ultrasonidos, ejercicios...
  6. Inflitraciones.
  7. Calzado firme.
  8. Ortesis plantares.
  9. Cirugía.