viernes, 10 de mayo de 2013

CONSEJOS PODOLÓGICOS PARA EL CAMINO DEL ROCÍO

1.  Si padece alguna lesión o patología en los pies, consulte antes de
iniciar el camino con su podólogo.

2. No estrene calzado el día de la salida. Es recomendable ir adaptando el calzado a nuestros pies con un entrenamiento previo que nos ayude a afrontar el camino sin problemas.

3. Es recomendable que su calzado proteja y sujete al pie, es decir, que sea acordonado, con una suela que amortigüe y a ser posible, elaborado con pieles nobles.

4. Observe sus pies regularmente con el fin de detectar posibles alteraciones (dolor, heridas, ampollas, rozaduras, etc).

5. Al llegar a la “pará”, lave sus pies para eliminar la suciedad acumulada, acompáñelo con un buen secado (especialmente entre los dedos).

6. Debe tener un especial cuidado a la hora de elegir los calcetines.

7. Utilice aquellos que sean de fibras naturales (algodón, lino, etc) para favorecer la transpiración y evitar infecciones.

8. Aquellas personas que tengan alteraciones vasculares, neurológicas o metabólicas (diabéticas), deben extremar el cuidado.

9. Para aliviar los pies hinchados, dese baños de agua fría y coloque los pies en alto. Masajee su pie desde los dedos hacia el talón aplicando una crema hidratante.

10. En caso de que salga una ampolla, no la abra. Aplique un antiséptico (Clorhexidina o Povidona yodada) y coloque un apósito. Proteja aquellas zonas de riesgo donde pudiera producirse esta lesión.

11. Consulte al podólogo de su hermandad para cualquier duda o
actuación. Si no es posible, acuda a los servicios sanitarios ubicados
en todo el camino y la aldea.


En el camino, cuide sus pies

COLEGIO PROFESIONAL DE PODÓLOGOS DE ANDALUCÍA

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