En multitud de ocasiones recibimos en consulta pacientes que nos indican que "tienen los pies dormidos"
A veces actos tan simples como la colocación de un calzado estrecho por la parte de antepie nos puede producir adormecimiento de los dedos, debido al atrapamiento de algún nervio y/o déficit circulatorio. Por ello debemos utilizar calzado que se adapte perfectamente a nuestra morfología del pie y no comprima.
El adormecimiento de los pies puede ser producido por muchas causas, pero existen dos que suelen ser las más comunes, suelen ser: problemas o alteraciones neurológicas y las vasculares.
Los problemas neurológicos son aquellos en los que se ve afectado los nervios, como pueden ser pinzamiento o atrapamiento nervioso, enfermedades que afecten a los nervios (alzheimer, parkinson, epilepsia, esclerosis múltiple), neuropatías periféricas, etc.
Los problemas de origen vascular son los que afectan a la circulación sanguínea, como pueden ser multitud de enfermedades circulatorias, como por ejemplo, arterioesclerosis, trombosis, infartos previos...
Siempre cuando esta sensación de adormecimiento sea persistente debemos acudir al especialista para que nos diagnostique la causa y su tratamiento adecuado.
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