martes, 16 de octubre de 2012

UÑAS... ESPEJO DE SALUD

Existen multitud de alteraciones ungueales y multitud de tipos. Entre ellas cabe destacar las asociadas a enfermedades cutáneas, enfermedades sistémicas, congénitas o hereditarias, por agentes fisicos, químicos, vivos, etc.
En esta entrada se puede observar como existen alteraciones ungueales que estan relacionadas con alguna carencia o  alteración de los rangos de normalidad de vitaminas, componentes saguineos, etc.
  • LEUCONIQUIA: Color blanco de las uñas. Existen varios tipos: transversal, total, subtotal, punteada, longitudinal...
- Leuconiquia punteada: Se caracteriza por pequeñas manchas que se distribuyen por toda la uña. Se produce sobre todo en la infancia como consecuencia de pequeños traumas repetidos.

- Leuconiquia longitudinal: Son pequeñas manchas longitudinales. Pueden estar originadas por diferentes causas, una de ellas es la enfermedad de Darier.


Leuconiquia estriada: Se caracteriza por bandas transversales paralelas de color blanquecino. Es más frecuente en las mujeres y la causa más usual es traumatismos repetidos por manicuras excesivamente agresivas. En ocasiones está originada por tratamientos con agentes quimioterápicos.

- Leuconiquia parcial: Afecta únicamente a un sector de la uña, generalmente el más distal del dedo.

- Leuconiquia total: Se caracteriza porque toda la uña toma un aspecto blanquecino más o menos homogéneo. Es poco frecuente, puede ser hereditaria y estar presente desde el momento del nacimiento o comenzar a edades tempranas.

Leuconiquia aparente: En la leuconiquia aparente las manchas blancas no están realmente en la uña, sino en el lecho úngueal a diferencia de lo que ocurre en la leuconiquia verdadera. Puede estar originada por diferentes enfermedades, como la cirrosis hepática, insuficiencia cardiaca, diabetes e insuficiencia renal.




  • MELANONIQUIA: Color oscuro o marrón de las uñas. Las manchas de este tipo tanto estrías como toda la uña, sugieren como diagnóstico más probable el de nevus de la matriz o una activación funcional melanocitaria, es decir, un lunar en la uña.




  • ONICOATROFIA:  Atrofia y pérdida de las uñas a consecuencia de una lesión cicatricial de la matriz que ocasiona la falta de crecimiento de la lámina. Es frecuente en el liquen ruber plano ungueal y ciertas enfermedades ampollosas como el penfigoide cicatricial o la epiedermolisis ampollosas.
  • ONICOALGIA: Dolor en la uña. Esta situación se produce principalmente por la presencia de tumoraciones subungueales dolorosas o espontáneamente o bien por presión.



  • ONICOGRIFOSIS: Es el grado mas extremo de hipertrofia. La lámina ungueal está engrosada, hiperqueratósica, opaca y sin unión al lecho. Es frecuente en pacientes ancianos que emplean calzado mal ajustado o tienen una higiene incorrecta y en personas con alteraciones de la circulación.





  • LINEAS DE BEAU: surcos transversales de la lámina ungueal que indica detención de la actividad a consecuencia de una efermedad grave o si solo afecta a un dedo puede deberse a traumatismos.


  • COILONIQUIA: Uña cóncava o en cuchara. La causa de esta alteración es anemia y alteraciones tiroideas, es frecuente en niños.






  • CROMONIQUIA: Cambio de coloración de las uñas. Se puede producir por varias causas entre ellas cabe destacar los procesos infecciosos, humo de cigarros, medicamentos, tratamientos dermatologícos...
  • ONICOLISIS: Despegamiento de las uñas de su lecho. Por traumatismos, humedad o enfermedad del propio lecho como infecciones, dermatitis de contacto, enfermedades tiroideas...
  • ONICOMADESIS: Desprendimiento de la placa ungueal. Su causa es variable: infecciones, quimioterapia, escayola...


  • ONICORREXIS: Rotura de profundidad variable de las capas superficiales de las uñas. Puede ser de naturaleza espontanéa o causada por enfermedades como el liquen plano. También se presenta en personas mayores.

  • PARONIQUIA: Infección e inflamación del orde ungueal. La causa más habitual suele ser infección acteriana aguda, aunque también puede ser de origen irritativo o alérgico.




  • PITS: Depresiones puntiformes de la lámina ungueal, que suele ser indicativo de afección psoriásica, por alopecia areata o escema, aunque también de naturaleza traumática.
  • UÑAS DE TERRY: coloración blanquecina de la lúnula con la zona distal rosada con estriaciones longitudinales. Se asocia a cirrosis hepática.

  • UÑAS EN VIDRIO DE RELOJ: Muestran un incremento de la convexidad y angulo de lovibond, que supera los 180º. Las patologías acompañantes son enfermedades cardiacas y pulmonares. Estas uñas se asocian a dedso en "palillo de tambor" que estos se observan en pacientes con cirrosis hepática, enfermedades de tiroides, colitis ulcerosa, ferropenia y algunos tumores malignos.


  • UÑA FRAGIL: Es una uña débil y/o envejecida. Desde la fisiopatología, las uñas frágiles tienen alterado el % de agua que en las uñas normales es de 18%. La alteración de la queratina tambien interviene en la uña.

viernes, 14 de septiembre de 2012

PSORIASIS

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva.



En España padecen psoriasis alrededor de 700.00 personas, lo que supone un 2% del total de la población. La amplia variabilidad de lesiones que aparecen con la enfermedad hace necesaria una clasificación de las mismas y así encontramos, en una clasificación muy concisa, lesiones cutáneas, lesiones de las uñas...
Por otro lado, se dice que la psoriasis es un cuadro monomorfo, ya que en la enfermedad no se presentan varios tipos de lesiones a la vez aunque, eso sí, existen muchas variantes según la morfología de las lesiones: Psoriasis en placas o psoriasis vulgar (la forma más frecuente), psoriasis en gotas, psoriasis eruptiva o psoriasis guttatta, Psoriasis eritrodérmica, psoriasis pustulosa generalizada o psoriasis de Von Zumbusch (también variante de Psoriasis pustulosa localizada.), psoriasis palmoplantar o psoriasis tipo Barber, psoriasis acral o acrodermatitis continua de Hallopeau, psoriasis lineal, psoriasis invertida o psoriasis de pliegues y, finalmente, la psoriasis del cuero cabelludo.

Psoriasis en verano

El verano es una época muy beneficiosa para los pacientes que padecen psoriasis, pues la exposición responsable al sol contribuye a mejorar notablemente el estado de las lesiones propias de esta enfermedad. No obstante, insisten en la importancia de extremar la precaución a la hora de tomar el sol y evitar cualquier riesgo de quemaduras que podrían empeorar las lesiones.

Algunas cremas utilizadas para el tratamiento de la psoriasis se inactivan con la exposición al sol, como los derivados de la vitamina D. Asimismo, algunos medicamentos tópicos pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol, por lo que el paciente no debe aplicarse tratamientos tópicos antes de exponerse al sol”.

Hidratación y ejercicio físico


 
Además de la exposición al sol, los baños en el mar contribuyen a mejorar también en la mayoría de los casos las lesiones de psoriasis, puesto que el ambiente húmedo de la costa contribuye a hidratar la piel. Con todo, no se debe olvidar que la hidratación de la piel, también en verano, es fundamental, pues la piel seca origina picor e irritación, y puede empeorar la psoriasis. Por ello es particularmente importante aplicar lociones y leches hidratantes después de tomar el sol. De esta manera, ayudaremos a reblandecer la escama y a aumentar la elasticidad de la piel.

Disfrutar de los efectos beneficiosos de los balnearios, la práctica de ejercicio físico (evitando, eso sí, la ropa  excesivamente apretada que puede ocasionar nuevas lesiones por el roce) o prescindir en lo posible del consumo de alcohol y tabaco son otras de las recomendaciones que los expertos aconsejan seguir en época veraniega.

La piel y su síndrome post-vacacional

Ya a la vuelta de las vacaciones también es necesario cuidar la piel de forma conveniente, ya que ésta se suele mostrar seca y deshidratada, sobre todo si se ha abusado del sol, los baños y el aire libre sin los cuidados adecuados. Para tratar  la piel deshidratada, se recomienda eliminar el maquillaje suavemente para evitar que la piel se vuelva aún más frágil, así como aplicar una hidratante todos los días, para mantener un nivel adecuado de hidratación  y restablecer la función barrera de la capa córnea.
 
A la vuelta de vacaciones, también se debe prestar atención a otros aspectos como la aparición de manchas en la piel o el deterioro del cabello.
 
Seguir estas sencillas pautas a la vuelta de vacaciones nos ayudará a mantener una piel saludable.

Psoriasis palmo plantar

Alrededor de una cuarta parte de las personas que padecen psoriasis tienen lesiones en manos y pies. El engrosamiento de la capa córnea produce formacion de callos y durezas. En la psoriasis palmoplantar la piel se vuelve muy gruesa, a veces se agrieta y puede enrojecer ligeramente. Estas características explican por qué la enfermedad puede confundirse con una micosis, un eczema, una infección o sífilis secundaria. Pueden ser necesarias biopsias de la piel y/ó pruebas serológicas para diferenciar entre estas enfermedades.

Esta psoriasis puede causar malestar psicológicos ya que puede tener un impacto considerable sobre la calidad de vida. Afecta la palma de la mano y la planta del pie, y presenta unas lesiones eritematoescamosas (rojas y escamosas). Las placas psoriásicas son redondas u ovales, bien delimitadas y cubiertas de escamas blancas y brillantes, que le dan a la placa un aspecto agrietado. En algunos casos la psoriasis palmoplantar incluye unas pústulas amarillentas, pequeñas y profundas, afección que se conoce con el nombre de pustulosis palmoplantar. Estas pústulas no son infecciosas y se desprenden de forma natural.

 Las lesiones solamente se presentan en la palma y planta; si aparecen placas en el dorso de la mano, la afección ya no es psoriasis palmoplantar sino otro tipo distinto de psoriasis.

Algunas sustancias, como los detergentes lavavajillas y los productos de limpieza irritan las lesiones e impiden que se curen. Debería usted evitar lavarse las manos muy a menudo, y no usar agua demasiado caliente, ya que ésta reseca la piel.

Evite el contacto con productos de limpieza, detergentes y desinfectantes, ya que éstos agravan la irritación. Lleve guantes lo suficientemente grandes y forrados de algodón para evitar la transpiración. Las grietas del pie pueden resultar muy dolorosas. Se recomienda usar calcetines gruesos y calzado abierto.

No hay motivos para que no participe usted en actividades físicas y deportivas. No obstante el agua clorada de las piscinas puede irritar y debilitar la piel, sobre todo si pasa usted demasiado tiempo en ella.  Los deportes que conllevan una gran presión sobre el pie, como el tenis, también pueden causar dolor. Debería usted enjuagar los pies en agua fría y ponerse calcetines secos después de practicar deporte.

Tratamientos
  • Hidratantes
  • Emolientes
  • Queratolíticos
  • Alquitranes y derivados de brea
  • Corticoides tópicos
  • Derivados vitamina D
  • Derivados vitamina A